El subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, y la directora del Trabajo, María Cecilia Sánchez, exhortaron a un cumplimiento irrestricto de las normas de higiene y seguridad que protegen a los trabajadores de la Construcción.
Ambas autoridades recorrieron hoy una obra ubicada en Providencia para dar cuenta del Plan Nacional de Fiscalización a la Construcción que entre julio y octubre está ejecutando 550 fiscalizaciones a empresas principales y contratistas y que está enmarcado en el programa gubernamental “Chile Gestiona”.
Este programa promueve la acción coordinada de los distintos servicios públicos para ejecutar iniciativas de impacto directo en la población.
El subsecretario Arab relevó la importancia del plan fiscalizador, “dada la prioridad que el Gobierno ha concedido a la seguridad de todos los trabajadores, procurando reducir las tasas de accidentabilidad”.
Añadió que el objetivo es, en el caso de la Construcción, “seguir trabajando para que se mantenga la tendencia a la baja de los últimos años y es en este contexto es que se ha creado este plan de visitas”,
La directora Sánchez, en tanto, recordó que “desde hace varios años hemos desplegado este programa nacional centrado en todos los aspectos preventivos y protectores de estos trabajadores, que son más de 700 mil a nivel nacional y que laboran en condiciones de alto riesgo”.
CÓMO SE FISCALIZA
Independiente de las fiscalizaciones por denuncia, la Dirección del Trabajo realiza cada año fiscalizaciones nacionales y regionales programadas en sectores de alta infraccionalidad para aumentar las tasas de cumplimiento legal.
Para ello se usa la lógica de la fiscalización asistida, que da un plazo de 30 días para la corrección de las infracciones, pero que igual acarrea multas en caso de no ser cumplido. Así se procura educar a los empleadores y darles la oportunidad de enmendar sus malas prácticas.
Ello no obsta para que, tal como lo remarcó la Directora del Trabajo, las faenas sean suspendidas de inmediato en caso de que en la primera fiscalización se detecte un peligro inminente para la vida de los trabajadores.
Estas fiscalizaciones abarcan a las empresas principales y contratistas, favoreciendo a todos los trabajadores que laboran en una misma obra, no importando cuál sea su empleador.
La fiscalización de la construcción ha demostrado su validez y progreso en el tiempo, pues los niveles finales de cumplimiento que antes del año 2010 sobrepasaban levemente el 80%, a partir de ese año sistemáticamente han superado el 90%. “Es por esto que no aplicamos la multa inmediatamente, salvo que encontremos deficiencias muy graves, en cuyo caso suspendemos las faenas en el sector donde está el problema”, dijo la directora del Trabajo.
Algunas de las materias fiscalizadas son la existencia de barandas protectoras en los andamios, los que deben estar sujetos a las estructuras principales; conductores eléctricos alejados de superficies húmedas o con agua; uso de arnés y de cuerdas de vida, además de otros elementos de protección personal; contar con agua potable, existencia y funcionamiento de comités paritarios o departamentos de prevención de riesgos”.
JUSTIFICACIÓN DEL PROGRAMA
La mantención de este programa es justificada por la directora del Trabajo debido a que “se trata de un sector donde siempre existen factores de peligro, de modo que debemos estar siempre controlando que todos los aspectos de seguridad sean cumplidos”.
En efecto, aunque es el sector que más ha progresado en la última década, reduciendo en el 43% su índice de accidentabilidad, la Construcción sigue siendo uno de los sectores con mayores riesgos asociados. Tanto así, que en el año 2012 fue el sector con más accidentes, 690 en total, 67 de ellos fatales.
Una incidencia principal en este nivel de accidentabilidad son las caídas de altura. El año pasado en la Construcción, 391 trabajadores quedaron gravemente lesionados y otros 19 fallecieron debido a esta causal.